• Paso 1

Determinar las manifestaciones del problema o la oportunidad emergente que usted percibe dentro del contexto educativo. También, se puede partir de la visión de terceras personas; en ambos casos, haga una lista de dichas manifestaciones posibles de mejorar.

• Paso 2

Aclarar a cuáles involucrados afecta la situación. Siempre hay afectados directos, pero también incidentales y la opinión de estos puede resultar importante o la solución del problema también puede resultarles de gran beneficio. Comparta sus conclusiones con dichos involucrados y amplíe los datos que van a configurar el reto.

• Paso 3

Estudiar el contexto educativo en el cual está inmersa la situación anómala. Ponga especial atención a la relación de personas, hechos, objetos u otras variables que tienen incidencia directa en la situación negativa y aclare cuáles factores contextuales influyen directamente en la misma y cómo podrían inhibirse.

• Paso 4

Hacer un listado de consecuencias, situaciones o relaciones de la situación anómala percibida que afectan a los diferentes involucrados, de manera que también sirvan para orientar qué se tiene que solucionar. De esta lista, también, puede reconocer aspectos contextuales que influyen en la situación negativa, que pueden ayudar a configurar el reto.

• Paso 5

A partir de los datos recopilados, realizar una estructuración significativa para detectar el reto. Esto se efectúa triangulando la información obtenida en los pasos anteriores.

• Paso 6

Redactar una declaración del reto que resulte en una frase motivadora que oriente el proceso de diseño. Debe ser clara, concisa y realizable.